(GUADALUPE)
Hace
mucho tiempo en un pueblo muy lejano vivía una joven llamada Guadalupe, a la
que todos criticaban por creer que ella era diferente a las demás personas.
Guadalupe
era una joven muy amargada, rebelde; pero muy linda. Su único deseo era encontrar
su príncipe azul.
Un
día salió al pueblo a buscar comida; pero al regresar por el temible y oscuro
bosque, se encontró con un cojo que le dijo: Guadalupe, ¿me ayudas a recoger mi
bastón? Ella respondió: ¡no puedo, voy de prisa! Y siguió su camino, más
adelante se encontró con un manco que le dijo: ¿me ayudas con mi bolso? A lo
que ella respondió: ¡no puedo, voy de prisa! Y siguió su largo y agotador
camino, al llegar a la orilla de un hermoso río, se apareció un hada que le
dice: Guadalupe, ¿Por qué no has ayudado a las personas que te lo pidieron?
Ella respondió: porque simplemente no pude, y es más ¿para qué ayudar si yo
nunca necesitare ayuda de nadie? Y se marchó.
Al
llegar a su humilde casa, fabricada de pencas, se encuentra una lámpara maravillosa,
y cuando la frotó le apareció un genio y este le dice: ¡pídeme un deseo y te lo
concederé! Ella le dijo: deseo encontrar mi príncipe y tener toda la riqueza
del mundo.
El
genio dijo: ¡concedido! Y la envolvió en una gran nube de destellos y Guadalupe
apareció en un gran castillo y allí estaba el hombre que tanto había deseado,
su príncipe azul.
Por
muchos años vivieron felices, tuvieron dos hijos, una niña y un niño.
Al
cabo de del tiempo llegaron las plagas y sequias a ese pueblo, Guadalupe fue
perdiendo su riqueza poco a poco y su felicidad fue desapareciendo, y la
desgracia fue cayendo sobre su familia,
tanto así, que un día su hijo salió al campo a buscar algo para beber y
encontró uno de los pocos árboles que quedaban, una palma de pipa, el niño
subió y al tratar de agarrar una pipa se resbalo y cayó sobre su pierna, se
fracturó y quedó cojo de por vida. Ese mismo día, la niña salió a buscar flores
para adornar su cuarto; pero por la sequía no encontró nada, lo que encontró
fue una serpiente, la niña tratando de huir se cayó y la serpiente logro
alcanzarla y la mordió en su mano, ella sufrió una hemorragia y le tuvieron que
cortar su brazo.
Su
esposo se marchó y nunca regresó.
Guadalupe
desesperada, salió a buscar ayuda al pueblo; pero nadie la quiso ayudar. De
camino a su casa se dijo “¡Dios mío! ¿Qué he hecho para merecer esto?, y en eso
se le aparece el hada y esta vez le dice: Guadalupe, ¿has aprendido la lección?
A lo que ella respondió: ¿Qué lección? No sé de qué me hablas, ¡no quiero
volver a verte! Y se fue. Al llegar a su casa sin saber qué hacer, sin tener
nada para comer, sin amistades y sin nadie.
Guadalupe
decide suicidarse, toma una soga y se cuelga de un árbol; pero nadie la escuchó
y murió.
Sus
hijos fueron enviados a un orfanato y su gran palacio fue convertido en un
asilo para niños especiales.
Autora:
Karen Pineda
Seudónimo:
La rosa blanca
Nivel:
X I °C